Se cumple el guión de la destrucción de Libia y el robo de su petroleo.
1.- La posición de los regímenes de la Unión Europea y EE.UU. con respecto a Gadafi, da un giro de 180 grados. De cosiderarlo un aliado útil con el que hacian buenos negocios y les garantzaba estabilidad y control de la inmigración hacia Europa, pasan a decidir su eliminación y la de su régimen político.
Puede que este cambio tenga que ver con la propuesta efectuada por Gadafi en 2009 de nacionalizar completamente el petroleo y su proceso de extracción y en los planes de destitución de elementos gubernamentales corruptos que se estaban enriqueciendo con los negocios con compañias multinacionales extranjeras. Esto se desarrolla de una forma muy clara en el artículo «Libia ¿revuelta popular?», donde se dan datos muy interesantes.
Pero, en cualquier caso, el imperialismo, que es incapaz de salir de su crisis económica, ni siquiera aplicando medidas drásticas par aumentar la explotación de sus trabajadores, necesita controlar y saquear los recursos naturales del mundo. Libia posee las primeras reservas de petroleo de Africa con un coste de extracción bajísimo.
2.- Se monta un golpe de estado haciendolo coincidir con las revueltas populares en otros paises árabes. Lo encabezan altos mandos militares y políticos corruptos y se sustenta en bandas armadas y financiadas por la CIA.
3.- Se inicia una gran campaña de mentiras sobre represión de supuestos manifestantes. Se habla de bombardeos sobre ellos. Esto no es casual, como hemos comprobado. Ya tenian en mente llegar al punto en que nos encontramos.
Ni una sola imágen, ni una sola prueba que corroboren estas afirmaciones. Al contrario, se demuestra por los registros satelitales que no han existidos tales bombardeos. La inexistencia de vestigios de estos en Trípoli y otras ciudades constata la mentira.
4.- Se toman una serie de resoluciones para debilitar económicamente y militarmente al Estado Libio. Lo mismo se hizo en Irak. Sin embargo, no se aporta ni una sola prueba de las supuestas masacres sobre civiles indefensos en que se basan estas resoluciones.
5.- Ante el rápido avance de las tropas libias y la derrota inminente de los mercenarios imperialistas, se utiliza, una vez más, a la ONU para «legalizar» la parte final del guión: la intervención militar de la OTAN con el objetivo de imponer un gobierno títere que les entregue el petroleo libio.
Algunas conclusiones:
Los llamados «medios de comunicación» muestran de una manera nítida su verdadera naturaleza: son aparatos de propaganda del imperialismo. Han demostrado una absoluta cohesión y coordinación en esta operación de agresión contra un Estado soberano, siendo decisivos en la ejecución de esta. Pero tambien en otros asuntos como las medidas que se estan tomando contra los trabajadores, el encubrimiento y justificación de persecuciones políticas y el uso de la tortura, etc.
La ONU se manifiesta una vez más como un instrumento al servicio de los planes criminales del imperialismo. La llamada Carta de las Naciones Unidas, aprobada en 1945, no es más que papel mojado. Se adoptan sistemáticamente resoluciones que violan esta Carta, como es este caso. Se interviene militarmente en una confrontación interna de un país, y además apoyando a fuerzas irregulares que actuan contra el gobierno establecido.
La posición de colaboración, más consciente que inconscientemente, con el imperialismo de sectores que se autoreclaman del «progresismo» o la «izquierda» y que le han seguido el juego a la «comunidad criminal» en todo este asunto. La operación contra Libia ya tiene varios precedentes como Irak, Yugoslavia o Afganistán, por lo tanto no pueden aducir ignorancia.
Esto debe ayudarnos a clarificar quien es verdaderamente de izquierdas o progresista y quienes son simples peones quintacolumnistas del imperialismo. De lo que ocurre y vaya a ocurrir a partir de ahora en Libia son tan responsables comos los asesinos que lancen las bombas.
Posibles escenarios:
A partir de ahora se producirán bombardeos cobardes sobre las tropas libias por parte de la OTAN, utilizando su alto potencial tecnológico. Pero también se harán sobre infraestructuras y complejos industriales. No les temblará la mano a la hora de masacrar a civiles como hacen en Irak y Afganistan o como hicieron en Yugoslavia y Gaza. Hasta ahora no ha habido ningún bombardeo sobre civiles o sobre zonas residenciales en Libia. La OTAN sí los ejecutará.
Si hasta ahora el número de vítimas ha sido relativamente bajo, de 200 a 300 personas entre ambos bandos, ahora esta cifra se multiplicará. Serán decenas de miles o centeneres de miles los asesinados por la OTAN. En Irak se calcula en cerca de un millon y medio las vítimas provocadas por la invasión de EE.UU. y sus secuaces.
Se armará a los rebeldes con todo tipo de armas sofisticadas y se reclutará a nuevos mercenerios. El embargo de armas y el control de mercenerios solo va dirigido al gobierno libio.
Se destruirá el país, se intalará un gobierno títere y las multinacionales se adueñarán totalmente de los recursos naturales de Libia.
Comenzarán las masacres de civiles y opositores al nuevo régimen títere. Las bandas criminales camparán a sus anchas de manera impune, exactamente como ocurre en Irak.
El pueblo libio, que disfruta actualmente de la tasa más elevada de desarrollo humano y social de Africa, se hundirá en la miseria y la indigencia. Se eliminarán los derechos sociales de las mujeres y las minorias.
Pero también puede ocurrir que el pueblo libio resista y aplaste definitivamente a los golpistas. Estos tienen un escasísimo apoyo popular. Ni una sola de sus manifestaciones ha reunido a más de un millar de asistentes.
Por otra parte, el rapidísimo avance de las tropas gubernamentales hace pensar que el gobierno libio tiene un respaldo importante de la población, algo que no ocurria en Irak, por ejemplo. De todas formas se trata de una pequeña nación de unos seis millones de habitantes, muy debil para enfrentarse a la maquinaria de guerra de los criminales de la OTAN.
Se puede producir una reactivación de los levantamientos populares en paises árabes con dictaduras títeres como Egipto, Tunez, Yemen, Jordania, etc.. Recordemos el carácter antiimperialista de estos movimientos. Pueden caer algunos de estos regímenes, como el egipcio, con una grán importancia estratégica para EE.UU. y sus compinches. Entonces el tiro le habría salido por la culata a los imperialistas.