Excalibur es un síntoma de la brutalidad e injusticia del régimen.Quienes sacrifican a un perro sin necesidad alguna son los mismos que desahucian y dejan al borde del suicidio a miles de personas. Había un extraño parecido entre la concentración por la vida de Excalibur y las acciones de la PAH para bloquear desahucios. Incluso la violencia policial que mandó a un chaval al hospital contribuyó a esa semejanza.
Que nadie se ría de quienes han defendido a Excalibur. Se empieza ridiculizando los sentimientos que han movido a la gente a proteger la vida de un perrito y se acaba «comprendiendo» la «racionalidad económica» que hay detrás de los desahucios y de la deuda.
Dicho esto, si el perrito hubiera estado infectado y hubiera sido realmente contagioso, podría justificarse su sacrificio, pero según los expertos en ébola era muy preferible mantenerlo vivo, en cuarentena y observación. Excalibur no ha muerto por motivos de salud pública: eso no le importa al gobierno de la Casta. Ha muerto para tapar las vergüenzas de un gobierno irresponsable e incompetente.