Editorial de Workers World/Mundo Obrero: Libia y el imperialismo

Editorial de Workers World/Mundo Obrero: Libia y el imperialismo

23 de febrero–De todas las luchas actuales en África del norte y el Oriente Medio, la más difícil de dilucidar es la de Libia.

¿Cuál es el carácter de la oposición al régimen de Gadhafi, que según se informa ahora controla la ciudad de Benghazi en el este?

¿Es pura coincidencia que la rebelión comenzó en Benghazi que está al norte de los yacimientos de petróleo más ricos de Libia, así como cerca de la mayor parte de sus óleo y gasoductos, de refinerías y de su puerto de transporte de gas líquido natural (LNG por las siglas en inglés)? ¿Hay un plan para dividir el país?

¿Cuál es el riesgo de una intervención militar imperialista que representaría el peligro más grave para los pueblos de la región entera?

Libia no es como Egipto. Su líder Moammar al-Gadhafi no ha sido una marioneta del imperialismo como Hosni Mubarak. Por muchos años Gadhafi fue aliado de países y movimientos que luchaban contra el imperialismo. Cuando tomó el poder en 1969 a través de un golpe militar, él nacionalizó el petróleo de Libia y utilizó mucho de ese dinero para desarrollar la economía libia. Las condiciones de la vida mejoraron dramáticamente para el pueblo.

Por eso, los imperialistas estaban decididos a destruir a Libia. Estados Unidos lanzó ataques aéreos en Trípoli y Benghazi en 1986 que mató a 60 personas, incluyendo la pequeña hija de Gadhafi – lo cual es raramente mencionado por los medios corporativos. Se impusieron devastadoras sanciones por EEUU y la ONU para arruinar la economía libia.

Después de que EEUUA invadió a Iraq en 2003 y destruyó gran parte de Bagdad con una campaña de bombardeo que el pentágono exultantemente llamó “choque y temor,” Gadhafi intentó proteger a Libia de una adicional amenaza de agresión otorgando grandes concesiones políticas y económicas a los imperialistas. Él abrió la economía a bancos y corporaciones extranjeras; accedió a las demandas del FMI sobre “ajuste estructural”, privatizó muchas empresas propiedad del estado y recortó los subsidios del gobierno para necesidades como alimentos y combustible.

El pueblo libio está sufriendo de los mismos precios elevados y desempleo que son la base de las rebeliones en otras partes y que fluyen de la crisis económica mundial del capitalismo.

No hay duda de que la lucha que recorre el mundo árabe por la libertad política y la justicia económica también ha resonado en Libia. No hay duda de que el descontento con el régimen de Gadhafi está motivando a una sección significativa de la población.

Sin embargo, es importante que los/as progresistas sepan que muchas de las personas que están siendo promovidas en el oeste como líderes de la oposición son agentes experimentados del imperialismo. El 22 de febrero la BBC mostró imágenes de muchedumbres en Benghazi bajando la bandera verde de la república y sustituyéndola por la bandera del derrocado monarca, rey Idris quién había sido una marioneta de los EEUU y del imperialismo británico.

Los medios occidentales están basando muchos de sus reportajes en hechos supuestos proporcionados por el grupo en el exilio, el Frente Nacional para la Salvación de Libia, que fue entrenado y financiado por la CIA estadounidense. Si usted busca en Google el nombre del Frente más la CIA, encontrará centenares de referencias.

En el editorial del 23 febrero, el periódico The Wall Street Journal escribió que “EEUU y Europa debían ayudar a los libios a derrocar el régimen de Gadhafi”. No hay mención en los salones o en los pasillos de Washington sobre una intervención para ayudar a la gente de Kuwait o de Arabia Saudita o de Bahrein a derrocar a sus dictadores. Incluso, con toda la hipocresía con la que hablan a favor de las masas en lucha de la región ahora, esto sería inconcebible. En cuanto a Egipto y a Túnez, los imperialistas están haciendo todo lo posible por conseguir que las masas salgan de las calles.

No se habló de una intervención estadounidense para ayudar al pueblo palestino de Gaza cuando millares murieron por el bloqueo, el bombardeo y la invasión de Israel. ¡Todo lo contrario! Estados Unidos intervino para prevenir la censura del estado sionista.

El interés del imperialismo en Libia no es difícil de encontrar. Bloomberg.com escribió el 22 de febrero que mientras que Libia es el tercer productor de petróleo más grande de África, tiene las reservas probadas más grandes del continente – 44.3 mil millones de barriles. Es un país con una población relativamente pequeña pero con el potencial de producir ganancias enormes para las gigantes compañías petroleras. Así es como lo ven los súper ricos, y la base de su supuesta preocupación por los derechos democráticos del pueblo de Libia.

Conseguir concesiones de Gadhafi no es lo suficiente para los imperialistas señores del petróleo. Desean un gobierno que puedan poseer abiertamente. Nunca han perdonado a Gadhafi por derrocar la monarquía y nacionalizar el petróleo. Fidel Castro de Cuba en su columna “Reflexiones”, toma nota del hambre del imperialismo por el petróleo y advierte que EEUU está sentando las bases para una intervención militar en Libia.

En EEUU algunas fuerzas están intentando movilizar una campaña que promueve tal intervención. Debemos oponernos a esto firmemente y recordarle a las personas bien intencionadas y sinceras, las millones de personas matadas y desplazadas por los EEUU por su intervención en Iraq.

La gente progresista siente lo que ve como movimiento popular en Libia. Podemos ayudar más a ese movimiento apoyando sus justas demandas al tiempo que rechazamos la intervención imperialista, en cualquier forma que ésta pueda tomar. Es el pueblo de Libia el que debe decidir su futuro.

Publicado por Workers World/Mundo Obrero. www.workers.org