Luis Ángel Murcia | Semana | 24-7-2010
El cerro El Bosque, un trozo de vida natural amenazado por la riqueza aurífera que esconde en sus entrañas, desde la semana pasada tiene una importancia de talla internacional. Esa reserva ubicada en el centro de Cauca muy cerca al Macizo Colombiano, es el cordón umbilical que hoy tiene a los indígenas de la región conectados con uno de los intelectuales y activistas de la izquierda democrática más prestigiosos del planeta: Noam Abraham Chomsky. Quienes lo conocen aseguran que es el ser humano vivo cuyas obras, libros escritos o reflexiones, son las más leídas después de la Biblia. Sin duda el señor Chomsky, con 81 años de edad, es toda una autoridad en geopolítica y Derechos Humanos. Su condición de ciudadano norteamericano le da autoridad moral para ser considerado uno de los más recalcitrantes críticos de la política expansionista y militar que Estados Unidos aplica en el hemisferio. En su país y Europa es escuchado y leído con mucho respeto, se ha ganado todos los premios y reconocimientos como activista político y sus obras tanto en lingüística como análisis político han sido premiadas.
Su paso discreto por Colombia no era para ofrecer las laureadas charlas, sino para recibir un particular homenaje de la comunidad indígena que vive en el Cauca. El cerro El Bosque fue rebautizado como Carolina, que es el mismo nombre de su esposa, la mujer que durante casi toda su vida lo acompañó. Ella murió en diciembre de 2008. En medio de su agenda, coordinada por la CUT y la Defensoría del Pueblo del Valle, el señor Chomsky sacó unos minutos para atender en exclusiva a Semana.com y hablar de todo.
Semana.com: ¿Qué significado tiene para usted ese homenaje?
Noam Abraham Chomsky: Estoy muy conmovido; especialmente de ver que gente pobre que no tiene riquezas se presten a hacer ese tipo de elogios, mientras que la gente más rica no le presta atención a este tipo de cosas.
Semana.com: ¿Sus tres hijos saben del homenaje?
N.A.C: Todos saben de esto y el bosque. Una hija que trabaja en Colombia contra las empresas internacionales de minería también está enterada.
Semana.com: En esta etapa de su vida qué le apasiona más: ¿la lingüística o su activismo político?
N.A.C: He estado completamente esquizofrénico desde que era joven y sigo así. Es por eso que tenemos dos hemisferios en la mente.
Semana.com: Por cuenta de ese activismo ha tenido problemas con algunos gobiernos, uno de ellos y el más reciente fue con Israel, que le impidió ingresar a tierra palestina a dar una conferencia.
N.A.C: Es cierto, no pude hacerlo pese a que fui invitado por una universidad palestina, pero me encontré con un bloqueo en toda la frontera. Si la charla fuera para Israel, me hubieran dejado pasar.
Semana.com: ¿Esa censura tiene que ver con uno de sus libros titulado Guerra o Paz en Medio Oriente?
N.A.C: Es por cuenta de mis 60 años de trabajo por la paz entre Israel y Palestina. Realmente yo he vivido en Israel.
Semana.com: ¿Cómo califica lo que pasa en Oriente Medio?
N.A.C: Desde 1967 fue ocupado el territorio palestino y eso hizo de Gaza la prisión al aire libre más grande del mundo donde lo único que les queda por hacer es morir.
Semana.com: ¿Llegó a ilusionarse con las nuevas posturas del presidente Barack Obama?
N.A.C: Es muy similar a George Bush, ya lo había escrito. Hizo más de lo que esperábamos en cuanto al expansionismo militar. Lo único que cambió con Obama fue la retórica.
Semana.com: Cuando Obama fue galardonado con el premio Nobel de Paz, ¿qué pensó?
N.A.C: Media hora después del nombramiento, la prensa noruega me preguntó qué pensaba del tema y respondí: ‘Tomando en cuenta su récord, este no fue el peor nombramiento’. El Nobel de Paz es un chiste.
Semana.com: ¿Estados Unidos sigue repitiendo sus errores de intervencionismo?
N.A.C: Ha sido muy exitoso. Por ejemplo, Colombia tiene el peor récord de violación de Derechos Humanos desde el intervencionismo militar de Estados Unidos.
Semana.com: ¿Tiene alguna opinión sobre el concepto de guerra preventiva que pregonó Estados Unidos?
N.A.C: No existe ese concepto, es simplemente una forma de agresión. La guerra en Irak fue tan agresiva y terrible que se asemeja a lo que hicieron los Nazis. Si aplicáramos esa misma regla Bush, Blair y Aznar estarían colgados, pero la fuerza se aplica a los más débiles.
Semana.com: ¿Qué pasará con Irán?
N.A.C: Hoy existe una gran fuerza naval y aérea amenazando a Irán y sólo Europa y EE.UU. piensan que eso está bien. El resto del mundo cree que Irán tiene derecho a enriquecer uranio. En medio oriente tres países (Israel, Pakistán, India) desarrollaron armas nucleares con la asistencia de EE.UU. y no han firmado ningún tratado.
Semana.com: ¿Cree en la guerra contra el terrorismo?
N.A.C: Estados Unidos es el mayor terrorista del mundo. No se puede pensar en algún país que haya causado más daño que él. Para EE.UU. terrorismo es lo que usted nos hace a nosotros y no lo que nosotros le hacemos a usted.
Semana.com: ¿Hay alguna guerra justa de Estados Unidos?
N.A.C: La participación en la segunda guerra mundial fue legítima y además entraron demasiado tarde.
Semana.com: ¿Esa guerra por recursos naturales en Medio Oriente se puede repetir en Latinoamérica?
N.A.C: Es diferente. Lo que Estados Unidos ha hecho en América Latina tradicionalmente es imponer brutales dictaduras militares que no se discuten por el poder de la propaganda.
Semana.com: ¿Latinoamérica es realmente importante para Estados Unidos?
N.A.C: Nixon dijo: «Si no podemos controlar a América Latina cómo podremos controlar al mundo».
Semana.com: ¿Colombia juega algún papel en esa geopolítica gringa?
N.A.C: Parte de Colombia fue robada por Teodoro Roosevelt con el canal de Panamá. Desde 1990 este país ha sido el mayor recipiente de ayuda militar estadounidense y desde esa misma fecha tiene los mayores récord en violación de Derechos Humanos en el hemisferio. Antes el récord lo tenia El Salvador quien curiosamente también recibía ayuda militar.
Semana.com: ¿Sugiere que esas violaciones tienen alguna relación con los Estados Unidos?
N.A.C: En el mundo académico se ha concluido que existe una correlación entre la ayuda militar que dan los EE.UU. y la violencia en los países que la reciben.
Semana.com: ¿ Qué opina de las bases militares gringas que hay en Colombia?
N.A.C: No es una sorpresa. Después de El Salvador, es el único país de la región dispuesto en dejar que se instalen. Mientras Colombia siga haciendo lo que EE.UU. le pide que haga, éstos nunca van a tumbar al Gobierno.
Semana.com: ¿Está diciendo que EE.UU. derroca gobiernos en América Latina?
N.A.C: En esta década apoyó dos golpes. En el fallido golpe militar de Venezuela en 2002 y en 2004 secuestraron en Haití al presidente electo y lo mandaron para África. Pero ahora es más difícil hacerlo porque el mundo cambió. Colombia es el único país latinoamericano que apoyó el golpe en Honduras.
Semana.com: ¿Tiene algo para decir de las tensiones actuales entre Colombia, Venezuela y Ecuador?
N.A.C: Colombia invadió a Ecuador y no conozco a ningún país que apoye eso, salvo Estados Unidos. Y respecto a Venezuela las relaciones son muy complicadas, pero abogo porque mejoren.
Semana.com: ¿Latinoamérica sigue siendo una región de caudillos?
N.A.C: Ha sido una tradición muy mala, pero en ese sentido América Latina ha progresado y por primera vez el cono sur del continente se está movilizando hacia una integración para superar sus paradojas, como por ejemplo ser una región muy rica pero con una gran pobreza.
Semana.com: ¿El narcotráfico es un problema exclusivo de Colombia?
N.A.C: Es un problema de los Estados Unidos. Imagínese que Colombia decida fumigar Carolina del Norte o Kentucky donde se cultiva tabaco, el cual ocasiona más muertes que la cocaína.