Amenazas con la «bolsa», la «bañera» y los electrodos, tocamientos, golpes, posturas forzadas y presiones son algunas de las prácticas sufridas por los arrestados por la Guardia Civil en Bizkaia y Gipuzkoa durante los cinco días que han permanecido en situación de incomunicación en manos del cuerpo militar.
20/04/2010 8:35:00
MADRID-. Los malos tratos someramente denunciados por los arrestados en los calabozos de la Audiencia Nacional anoche, van tomando cuerpo, aunque todavía la información es escasa. El juez Fernando Grande Marlaska encarceló ayer a cinco de las once personas a las que Rubalcaba vinculó con ETA.
Según ha avanzado el movimiento pro amnistía, Naiara Zurriaran y Saioa Agirre, una de las detenidas que fue hospitalizadas pocas horas después de ser detenida, han denunciado que sufrieron acoso sexual y tocamientos. A los golpes y presiones se sumaron las amenazas de la «bolsa» y a Zurriaran le ataron las manos con goma espuma y le metieron en un pequeño habitáculo.
Las dos jóvenes relataron al médico forense y al juez Fernando Grande-Marlaska el trato sufrido en dependencias de la Guardia Civil.
A José Luis Gallastegi le obligaron a mantener posturas forzadas y a realizar flexiones hasta la extenuación. Los guardia civiles le amenazaron con la «bolsa», la «bañera» y los electrodos.
Erramun Landa sufrió una crisis de salud y ha permanecido tres días hospitalizado.
Los letrados Arantza Zulueta, Iker Sarriegi y Jon Enparantza y Txomin Aizpurua fueron sometidos a largos interrogatorios durante los cinco días en que han permanecido incomunicados.