Nuevo Lider Viejos Valores

Gracias, que Dios os bendiga, que Dios bendiga a América, Así finalizaba el discurso El Obama que reparte la Baraja, que bendiga a América por supuesto del Norte, a la del Sur que le den y al resto de Países por un Estilo, a los Sionistas Dios les bendice a ellos solos y les entrego la Tierra Prometida, paja y media con los Sionistas y ceremonia calcadita de los Emperadores Romanos, hasta alguna comentarista espabilá lo comento en los TeleBasuras.

Los sesudos analistas se debaten entre que hará y no hará el nuevo Trilero, GUANTÁNAMO dice que lo cerrará no lo dudo, pero ya poco le quedaba, era impresentable hasta para su propia justicia que ya estaba refunfuñando y ante el resto del mundo no se como aun quedan cantamañanas que hablan de la falta de democracia en la Cuba Cuba pero del trocito GUANTANAMERA como cantamañanas que son ni la tarareaban.

El imperio se acaba por la invasión de los bárbaros del Sur, nuevas alambradas impiden la masiva emigración Mexicana y de todo el SUR, los sub-imperios Europeos padecen la misma enfermedad no pueden parar ni con muros la emigración del Sur hambriento Africano.

Era necesaria una NUEVA ERA, o NEW AGE que dicen por allí, de lavado de Cara y tanto la lavaron que se les volvió negra y como del sur vienen los morenos, tanto mejor, hispanos como africanos son morenos, pues que mejor que elegir a uno de ellos para que sea la cuña del mismo palo que es la que más aprieta, acometer pequeñitas reformas que no cuestionen el eje dominante, EL IMPERIO, para que todo siga igual, 2ª enmienda solo pá ellos, los recursos del mundo son ellos los únicos propietarios como IMPERIO que son, Irak dejan un Gobernador Imperial en Afganistán pretenden seguir con las complicidad del Gobierno Paquistaní.

Pero quien mejor conoce al IMPERIO es el filósofo y linguista Noam Chomsky: Les dejamos con un resumen de la entrevista que pueden ver completa en http://www.vnavarro.org/wp/?p=493

En Afganistán el primer mensaje del presidente afgano Hamid Karzai al presidente electo Obama fue muy similar al que formularon los líderes paquistaníes a Petraeus: «Finalizar los bombardeos aéreos de Estados Unidos que provocan bajas entre los civiles». Su mensaje fue enviado poco después de que las tropas de la coalición bombardearan una fiesta de bodas en la provincia de Kandahar, matando a 40 personas, según informes de prensa. No hay indicaciones de que la opinión de los afganos «fue tomada en cuenta».

El comando británico ha advertido que no hay una solución militar al conflicto en Afganistán. Según The Financial Times, el comando militar dijo que hay que entablar negociaciones con el Talibán. Eso arriesga un desacuerdo entre Gran Bretaña y Estados Unidos.

El fenómeno Obama es una reacción interesante en todo esto. Los asesores de Obama, los dirigentes de su campaña, han creado una imagen que es básicamente como una página en blanco. En la campaña de Obama suenan palabras como esperanza, cambio, unidad –eslóganes totalmente vacíos pronunciados por una persona agradable, con buen aspecto y que habla bien–, los opinadores lo definen como “retórica en alza”, (“soaring rhetoric”), y cada cual puede escribir lo que le parezca, en esta página en blanco. Mucha gente está escribiendo sus deseos de un cambio de progreso. En la campaña, como apunta acertadamente el Wall Street Journal, no se ha prestado demasiada atención a los temas importantes. Las características personales son elementos clave. Es el carácter que se trata en portada como tema capital.

Pero, sí, el apoyo que ha recibido Obama es un fenómeno popular, y pienso que refleja la alienación de la población hacia las instituciones representativas. La gente se agarra a un hierro al rojo vivo: aquí hay una pequeña posibilidad de que quizás alguien pueda defender aquello que quiere. Aun cuando él no lo diga, parece el tipo de persona que quizás lo haría. Es muy interesante fijarnos en las comparaciones que se hacen. A Obama lo comparan con John F. Kennedy y Ronald Reagan –Kennedy y Reagan eran creaciones, productos de los medios de comunicación, en especial Reagan. Probablemente ni él conocía cuáles eran las políticas de su programa , pues él era estrictamente una creación de los medios. Inicialmente no era especialmente popular, pero los medios crearon la imagen de un cowboy maravilloso que salvaría a todos, y así sucesivamente.

La administración Kennedy tenía más control; fue el primer grupo dirigente que entendió el poder de la televisión y creó un tipo de carisma mediante un buen funcionamiento de las relaciones públicas: la imagen de Camelot, de aquel lugar maravilloso, dónde pasan cosas maravillosas, y de un gran presidente. Ahora bien, cuando te fijas en las acciones reales que se llevaron a cabo, es grotesco. En realidad Kennedy es el presidente que invadió el sur del Vietnam y el que lanzó un gran ataque terrorista en contra de Cuba, y del cual podríamos decir otras muchas cosas en esta línea. Su Administración fue responsable del establecimiento de una dictadura neonazi en Brasil. El golpe de estado tuvo lugar justo después del asesinato de Kennedy, pero las bases para este golpe habían sido establecidas por los Kennedy y condujeron a una terrible plaga de represión en cualquier parte de América Latina. Pero la imagen de Camelot está ahí, y las imágenes son muy importantes cuando intentas controlar una población disidente.

De hecho, los EE.UU. no es un país fascista, esta sería una mala analogía. Pero el parecido entre las técnicas de propaganda que utiliza la clase empresarial y las fascistas es muy sorprendente, y no es accidental. Los nazis adoptaron, de manera explícita, consciente y abiertamente, las técnicas publicitarias americanas, y así lo manifestaron. Cogieron unas cuantas ideas sencillas, las reforzaron una vez y otra, e hicieron que parecieran atractivas –esta era la técnica publicitaria americana de los años 20 y fue el modelo que los nazis adoptaron de manera explícita, y este es el modelo de propaganda empresarial que existe hoy en día.

Por lo tanto, sí: el fenómeno Obama, pienso, refleja la alienación de la población que encontramos en las encuestas: el 80% dice que el país se mueve por unos pocos grandes intereses. Aun cuando Obama dice que lo cambiaremos, no tenemos nada claro qué es el que cambiaremos exactamente. De hecho, las instituciones financieras, que son sus mayores contribuidores, piensan que él ya está bien; por lo tanto, no parece nada claro que pueda haber ningún cambio. Pero si hablas de “cambio“, la gente se coge a ello; si dices “cambio” y “esperanza”, la gente se cogerá a ello y dirá, de acuerdo, este puede ser el salvador que conseguirá aquello que queremos, aun cuando no haya ninguna evidencia para creer que esto pueda pasar.

Revolucionando conciencias.