En defensa de Bashar al Asad. Presidente de Siria.

Con el ataque a las torres gemelas, provocado según una ministra francesa y un político italiano entre otros, por el propio gobierno americano (hoy investigado por asociaciones de víctimas) y la invasión a Iraq, se inicia la tercera guerra mundial encubierta.

La guerra fría ha sido sustituida por la guerra permanente.

Han sido invadidos y ocupados hoy tres países con el objetivo del control de los yacimientos de petróleo y gas, para poner de rodillas al mundo, ya que esta tercera guerra mundial que ha sido empezada por occidente y encabezada por USA busca el control mundial.

Mientras USA va perdiendo la guerra económica busca a la desesperada las victorias militares a fin de sostener su hegemonía por la fuerza.

Hoy vemos que el siguiente país que ha sido atacado para tomar las riquezas del petróleo es Libia.

Detrás del discurso falso oficial aparecen una serie de intereses que descubre a los ciudadanos occidentales el verdadero rostro de su gobierno y de las élites políticas-económicas y el hastío de las poblaciones empieza a materializarse en pequeños movimientos ciudadanos de protestas que serán grandes olas de cambio en un futuro próximo.

Vemos como en USA mientras desmantelan el estado del bienestar el presupuesto de defensa sigue sin tocarse y aún mantienen en tres países tropas de ocupación.

El ataque a Libia demuestra que occidente sigue buscando a la desesperada el control de un mundo que ya no es occidental, que rechaza el modelo occidental de desarrollo y que va dando la espalda a una cultura agotada, vacía y tecnológicamente nihilista, sin futuro. De ahí, que países como China e India puedan encabezar en cualquier momento una tercera revolución industrial para no depender en un futuro no muy lejano de las reservas petrolíferas, dándose la paradoja de que nuestros países seguirían en el régimen energético del siglo pasado debido a los intereses creados mientras que otros países despegan fuertemente hacia el futuro con optimismo y fuerza económica y espiritual.

Hoy vemos que los planes de dominación de USA han resultado ser un rotundo fracaso, pero el poderío militar de esta gran potencia moribunda sigue dando coletazos y a punto de desplazarse como potencia hegemónica.

Hoy las potencias occidentales legitiman sus ataques estratégicos por medio de “intervenciones humanitarias” y “para defender los derechos humanos de tiranos a las poblaciones” y olvidamos que esta potencia fue la que dio tantos golpes de estado en el siglo pasado contra gobiernos legítimos y asesinó a líderes que hubieran hecho mejorar a sus países.

Sin ir mas lejos el discurso oficial de estilo barroco y lleno de frases y conceptos como “derechos humanos, democracia, libertad…”, pierden su función legitimadora al saberse que USA y occidente piden democracia a Libia o el cumplimiento de derechos humanos, ignorando al pueblo de Arabia Saudí o de Bahrein, por no decir del apoyo al golpista Goriletti en Honduras que tanto daño ha hecho a Sudamérica en su proceso de normalización democrática.

Hoy se señala a Siria y a Asad como un régimen de terror cuando esto no es así. Asad es apoyado por la mayoría de la población y puede ser que tenga carencias de derechos humanos y democracia, pero esa misma presión podrían también hacerla a su aliada Colombia donde este estado terrorista, verdaderamente e impunemente, asesina a defensores de derechos humanos y donde sus militares y paramilitares asesinan a niños y violan a niñas, cosas que en Siria o en la tan odiada Cuba no ocurre.

No todo los países son iguales y es verdad que el avance hacia los derechos humanos es la ley pero hoy Europa ni USA es ejemplo de democracia y libertad cuando sus pueblos se ven manipulados por los medios de comunicación y donde se impide todo cambio real por ahora, claro.

Democracia no es solo votar a un presidente, los derechos humanos abarcan mas cosas y podemos decir claramente que a Siria no podemos pedirles cambios profundos o cambiar de régimen cuando vemos que Israel asesina niños palestinos, bombardea a palestinos y ataca a países ignorando su soberanía como pasó con el bombardeo al Líbano o a Siria, así como en Sudán.

Tanto en Libia como en Siria como en Irán, las intervenciones occidentales militares no ayudan lo mas mínimo a un verdadero y natural cambio de progreso, es mas, la intervención en Libia a destruido a una verdadera oposición y hoy Gadafi está legitimado para seguir gobernando Libia nos guste o no.

En Siria el gobierno y la oposición están haciendo un esfuerzo por lograr un acuerdo, buscando que la opción occidental de bombardear poblaciones para traer libertad quede descartada.

Siria está cerca de Iraq y su población sabe de que habla Occidente cuando dice de instaurar “la democracia” en su país; de ahí que es imposible que occidente intente, por medio de una parte de la oposición controlada al estilo del 1800, derribar al gobierno de Asad, ya que toda oposición que busque la intervención militar occidental será eliminada de esos países, ya que no pertenecen a la realidad natural de allí, sino que es un invento occidental para destruir el orden en esos países como han hecho con Libia donde la oposición a resultado ser una farsa del ex rey apoyado por USA y donde la oposición en su mayoría estaba formada por combatientes pagados por Occidente para deslegitimar a un Gadafi, que digámoslo, pecó de creerse “el rey del mambo” aunque como estamos viendo tonto no es, ya que Occidente no es capaz de hacerse con Libia.

Las protestas democráticas naturales de Túnez y Egipto, quiere Occidente utilizarlas para derribar regímenes no occidentales como los de Siria o Irán, pero estas acciones estarán abocadas a un fracaso rotundo ya que los pueblos despiertan de un orden capitalista injusto nihilista y que no les beneficia.

Quizás pronto este mismo Occidente vea como va perdiendo aún mas poder con la caída de Arabia Saudí, Bahrein y otros, y en Sudamérica con la llegada de Humala en Perú; pero el verdadero cambio debe llegar del interior de Occidente, de las fuerzas cívicas ciudadanas que se levanten contra una élite económica-política y militar corrupta
y que derriben un sistema que está poniendo en peligro no ya nuestra seguridad, sino la propia vida en la tierra.

El capitalismo occidental y el pensamiento occidental es un completo y rotundo fracaso histórico y debe ser sustituido por un nuevo paradigma basado mas en la cooperación y en un futuro común de pueblos y estados, que nos lleven a un mundo multilateral que nos beneficiará a todos, lejos de la hegemonía occidental.

Estamos ante el siglo donde occidente perderá el poder frente a un mundo rico en pueblos que anhelan la libertad y vivir dignamente, de ahí que la distribución de riquezas, el deber y la conciencia de defender la naturaleza y la vida estarán a la orden del día en un siglo que empezó desesperanzado y será la esperanza de nuestras generaciones y las venideras.

Marco Terranova Tenorio. Licenciado en Ciencias Políticas. U.N.E.D y autor de Barbarie o Estado de pueblos. Editorial Varennes.