El miedo y la doble moral

Como decía Garganté durante las elecciones, la generosidad de los revolucionarios ha sido una constante que marca la línea divisoria entre reformismo y revolución, pero para analizar la actual situación es necesario retrotraerse a la dictadura, la muerte del dictador, pasando por la transición y no ruptura, el Felipismo, el aznarismo, llegando al actual ZP.

Como es innecesario copiar y pegar, esta casi todo en internet, o repetir lo dicho con acierto y maestría por otr@, les recomendamos encarecidamente la Conferencia que fue pronunciada en julio de 1994 en un curso de la Universidad de Verano de Maspalomas, en Gran Canaria por Javier Ortiz.

La misma debería ser de lectura en todos los colegios, de debate en todo tipo de colectivos y de desarrollo, profundización, corrección o ampliación por los partidos que se reclamen revolucionarios.

Es una historia vivida en primera persona y compartida de seguro por muchísimos de los revolucionarios de aquella época que aún lo siguen siendo y como estamos en un momento dialéctico similar al vivido a la muerte del dictador, cuando la sociedad civil se debatía entre el cambio o la reforma, antinomia dialécticamente similar a la actual de Reformar el Capitalismo o Construir un sistema diametralmente distinto.

Pues bien, me gustaría lanzar al debate este texto, que para esta pobrecita habladora es imprescindible para la cultura revolucionario de los que pensamos cambiar de base el mundo y sobre todo la afirmación que aprovecho para realizar, de que el fondo del debate electoralista que se ha dado entre los anticapitalistas es el mismo o de similar calado que el que se dio en la transición, que en palabras de Javier Ortiz, curiosamente pronunciadas en Canarias, son :

«He dicho y repetido -me temo que hasta la saciedad- que esta situación se explica por dos factores: el miedo y la doble moral. Entiendo que sólo nos será posible quebrarla y salir de ella en la medida en que consigamos dinamitar esos dos pilares constitutivos de nuestra realidad. «

Pues eso «El miedo» y «La doble moral», si tod@s y digo tod@s sin excepción reflexionásemos sobre estas dos caras de la misma moneda del sometimiento a los dictados del Capital, otro gallo nos cantaría en el amanecer revolucionario que tod@s sabemos que más pronto que tarde llegará, pero que los revolucionarios tienen el deber, con el análisis de cada situación concreta ( la organización, la pedagogía revolucionaria, «persuasión y coacción» y la generosidad revolucionaria de dar hasta la vida) de que sea lo menos dolorosa posible para todas las clases oprimidas y con la mayor conciencia posible para evitar los históricos retrocesos que se han producido inevitablemente en todos las revoluciones hasta la fecha.

De la lectura del maestro Ortiz obtengo la fuerza para seguir clamando por el debate, el debate, la transparencia, la sinceridad y una ética revolucionaria que nada tiene que ver con lo hasta ahora visto, o comenzamos a vislumbrar los valores de los hombres y mujeres nuevos o estos se retrasarán tanto como las condiciones objetivas, de alienación, opresión, adicción consumista, etc. permitan, y entonces seremos los primeros en ir a parar al basurero de la historia.

Los revolucionarios debemos estar allí donde la contradicción entre la sociedad cada vez más socializada (globalizada) y la cada vez mayor concentración jamás vista en manos de unos pocos, de las riquezas naturales y los medios de producción, incluidos los de la producción de ideas, comportamientos, estereotipos, etc. se hace más visible, eso ocurre hoy de forma palpable en Euskalerria, o es que no somos concientes de la importancia de ilegalizar a la tercera fuerza política, con más de 140.000 votos y que ilegalización tras ilegalización se mantengan en sus posiciones, no condenar lo que el Capital considera la piedra angular de su sistema, el monopolio de la violencia, Y QUE ESTO lo mantengan elección tras elección los vascos, es prueba de su nivel de conciencia y que son el ariete para lanzarnos a la derrota del Capital.

Hoy en Madrid de nuevo desalojos, derrumbes de viviendas en la Cañada Real, casualmente después de las elecciones, en la anterior lucha desigual entre la Justicia y los desposeídos, los únicos que se dejaron oír para apoyar la lucha, fueron los grupos cristianos de base, quizás habría revolucionarios poniéndose al frente de esta lucha pero al menos no trascendió y en estas islas menos, pero en Canarias también se dio la lucha de Cho Vito y tampoco se consiguió mucho y seguro que algo más se podía hacer, si considerásemos cada lucha como propia, incluida la de los contaminados abertzales, solo vale el contamíname de Pedro Guerra, lo dicho doble moral y bastante miedo.

Dicho esto, solo decir que si en Las Palmas, residencia del máximo dirigente del PCPE (en la que las tres fuerzas anticapitalistas no llegaron a los 1500 votos, estando casi empatadas II-SP y PCPE) no somos capaces de vencer los personalismos y electoralismos, creando la posibilidad de al menos en las elecciones llegar a un programa de mínimos que nos acerque más al pueblo, para desde el y con el, ir cambiando la correlación de fuerzas a favor de los oprimidos, desposeídos de su trabajo, su patria, sus votos, etc, no merecemos más consideración que la de el olvido como sujetos revolucionarios por los que de verdad sufren estas feroces opresiones.

La Pobrecita Habladora
Revolucionando conciencias.